Desde Catamarca, Melina Joyería lucirá la rodocrosita, piedra nacional.
A pulmón, el joyero Héctor Diamante y su esposa Valeria Abel empezaron hace diez años un emprendimiento artesanal exclusivamente basado en la famosa piedra nacional, la rosada rodocrosita, también conocida como la piedra del Inca.
Con su marca, “Melina joyería”, hoy trabajan con artesanos de piedra de Andalgala, en Catamarca, y con un artesano de engarce en plata en Buenos Aires. Ellos hacen el diseño de las piezas y se encargan de la parte comercial. Inauguraron este mes su primer local en Capital Federal, en la galería del Caminante, de la calle Florida, pocos días antes de su cuarta participación en Caminos y Sabores. “La feria es nuestro gran desafío en la gran ciudad, confiesa Valeria Abel. Siempre nos ha traído suerte, durante y después”, asegura.