En la primera jornada, los visitantes pasean por la feria descubriendo sabores, aromas y sonidos de nuestra tierra.
Como ya viene sucediendo a lo largo de 10 ediciones, la propuesta de Caminos y Sabores se convirtió en referencia ineludible tanto para los amantes del buen comer y beber, como para el público que busca descubrir en la producción, el turismo y las artesanías regionales una forma más de vivir las experiencias multisensoriales que ofrece nuestro país.
Así lo demuestra el incesante devenir de la gente que se hace presente en el Predio Rural de Palermo, donde nadie quiere perderse la posibilidad de adquirir productos de todo el país, degustar sabores típicos, sumergirse en aromas desconocidos y respirar aires gastronómicos.
Desde los primeros minutos la muestra mostró su dinámica en plenitud, con público interesado en interiorizarse en las diferentes propuestas. Una de las actividades preferidas son los talleres de cocina, que colman cada una de las salas, se trate de alternativas dulces o saladas.
Recorriendo los pasillos, los caminos de las carnes, los quesos, dulces y las bebidas en sus diferentes matices, convocan masivamente. Cada provincia aporta sus singularidades para el placer. La consolidación de la gastronomía como punto de referencia de las tradiciones argentinas marca que un buen número de instituciones escolares se hacen presentes para conocer aún más las costumbres de nuestro país. El universo de aromas parece expandirse en la sonrisa de los alumnos del Instituto Educativo Sin Fronteras de la localidad de Moreno (Buenos Aires), para chicos con capacidades diferentes, que de la mano de docentes y directivos brindaron un toque de ternura extra a la jornada inicial.
Asimismo, la Tercera Edad procura desacreditar la creencia colectiva de un cierto olvido para ese segmento de la población. Y en horas de la siesta le agregaron nuevos matices a esta fiesta de la diversidad que con sus puertas abiertas, promete seguir sorprendiendo hasta la tarde noche del domingo.