El ministro de Agroindustria, Ricardo Buryaile, y el presidente de INTA, Amadeo Nicora, visitaron hoy la feria y destacaron el trabajo de los pequeños productores del país.
Desde su inicio hace ya 13 años, Caminos y Sabores se ha erigido como una de las plataformas más elegidas por los pequeños y medianos productores regionales que buscan darle visibilidad a sus creaciones. Se trata de un sector clave para el Ministerio de Agroindustria, que quiere darle impulso a este tipo de emprendimientos que agregan valor a la materia prima. “Más del 50% de la gente que trabaja en el campo lo hace en este tipo de producciones”, confiesa el jefe de esa cartera, Ricardo Buryaile, quien visitó la feria el sábado por la tarde.
El ministro recorrió los diferentes stands y dialogó con productores que lo interiorizaron sobre sus procesos de elaboración. “Creo que esta muestra exhibe una Argentina que quizás no se conoce y vale la pena darse una vuelta por el esfuerzo de muchos productores que vienen de lugares lejanos, como Chaco, Tucumán, Jujuy o La Patagonia”, asegura el funcionario al mismo tiempo que degusta un reparador té caliente de los cordobeses de Cura Te Alma.
“El año pasado también había venido a la feria, pero esta edición se ve mucho más grande y más linda”, exclama Buryaile, que durante su larga caminata también visitó los espacios de Paese di Sapori (que elaboran más de 30 variedades de pasta auténticamente italiana), Viterbo (que producen un riquísimo fernet artesanal a base de 22 tipos de hierbas), Endivias Belgrano (líderes en la producción y comercialización de este tipo de hortalizas) y Estancia Las Quinas (que poseen miel, mermeladas y sobre todo tres dulces de leche de excelente calidad).
El ministro se encontró en la recorrida con el titular del INTA, Amadeo Nicora, quien también destacó la importancia de una feria como Caminos y Sabores. “Este tipo de iniciativas permite a los productores, y a las instituciones que trabajan con ellos, un ámbito donde poner en valor sus producciones y lograr a veces la escala que se necesita para acceder a nuevos mercados”, sentencia.
En ese sentido, el funcionario resalta la presencia de Kadmiel, un pequeño emprendimiento que se dedica a elaborar artesanalmente productos deshidratados, conservando el sabor y los nutrientes característicos de las frutas y verduras. La marca, proveniente del Chaco, forma parte también de Territorio al Plato, un proyecto del INTA que busca estimular la actividad de pequeños y medianos productores, fortalecer las economías locales y promocionar las cocinas de las distintas regiones del país.
“Particularmente también me interesó la propuesta de Sabor y Arte, una cooperativa que nuclea distintos emprendimientos de producción de alimentos y ofrecen capacitaciones y facilidades para su desarrollo. Me parece una figura interesantísima para ser puesta en valor y replicar la experiencia en distintos lugares del país”, finaliza Nicora. La asociación, integrada por casi 40 microempresas de distintos puntos del país, tiene sede en Santa Fe y casualmente se formó durante la primera edición de Caminos y Sabores.
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