Una familia salteña posee el secreto para fabricar miel a partir de uvas, un producto gourmet que despierta cada vez más curiosidad. El año pasado estuvieron en Caminos y Sabores, lo que significó un salto cualitativo para su emprendimiento.

La ciudad de Cafayate, en la provincia de Salta, es conocida por sus viñedos, cultivo traído desde el Perú por los jesuitas en el siglo XVIII. La Ruta del Vino es un paseo obligado para quienes visitan la provincia y no pocos afirman que el torrontés allí producido es uno de los más destacados del mundo.
Sin embargo, el dulce fruto de esas tierras no solo sirve como materia prima para el vino: hay quienes, con mucha imaginación, paciencia e investigación, fabricaron la miel de uva, un producto único y bien salteño. Tahuainti es el nombre que esta familia de emprendedores eligió para esta empresa que no cesa de crecer, y que experimentó un salto cualitativo tras su paso por Caminos y Sabores el año pasado.
“La palabra es de origen quechua: ‘tahua’ significa ‘cuatro’, e ‘inti’ quiere decir ‘sol’”, explica Gabriela Soledad Taglioti, encargada de llevar adelante el emprendimiento. “Le pusimos ese nombre por mis cuatro hijos, que son el motor y el impulso para llevar adelante todos los esfuerzos”, asegura.
Con Gabriela también trabajan su marido y su padre, el creador de la miel de uva. “Él es ingeniero agrónomo, estudió y trabajó en la Escuela Agrícola de Salta, y su sueño siempre fue vivir en un lugar como Cafayate, alejado de las grandes ciudades, elaborando productos artesanales”, evoca Gabriela. “Hace aproximadamente doce años, comenzó a investigar posibles usos para el mosto de la uva, hasta que logró obtener una melaza”, relata.
El producto fue bautizado como “miel” de uva, ya que al igual que la de abeja, no tiene fecha de vencimiento ni necesita de almacenaje en frío. También es similar su consistencia. Sin embargo, la miel de uva se distingue en color y gusto, características que la apuntalan como producto gourmet, ideal para acompañar con quesos o pan, o para elaborar postres y salsas agridulces. “Su color es rojo, parecido al del vino tinto, y tiene un sabor muy particular; cuando uno la consume, el primer impacto es el gusto de la miel, pero luego de tragarla deja el saborcito de la uva en la boca, sin la sensación de ardor que provoca la miel de abeja”, describe la emprendedora.

Abriendo caminos

En sus comienzos, los envases de miel de uva sólo llevaban la leyenda “Dulce recuerdo de Cafayate”. “Mi papá no estaba interesado en llevar el emprendimiento más allá, él simplemente quería trabajar tranquilo”, recuerda Gabriela. Fue hace ocho años cuando ella tomó las riendas del negocio, dando los primeros pasos hacia un cambio cualitativo.
El producto despertó tanto interés y resultó tan rentable que actualmente están cambiando la producción en pequeña escala por una planta fabricadora ubicada en la ciudad de Salta, cuya culminación está proyectada para la segunda mitad de 2012.
La presentación de la miel en Caminos y Sabores el año pasado marcó un antes y un después para el emprendimiento: “Con los ingresos que obtuvimos en la feria prácticamente levantamos el 30% de la fábrica”, señala Gabriela. “Para mí no hay punto de comparación entre Caminos y Sabores y otras ferias a nivel nacional. Es la que nos dio fuerzas para proyectar objetivos más grandes y acceder a muchos sueños”, resalta.
Tahuainti estuvo presente en la feria como representante de Salta, con el apoyo de la Secretaría de Comercio e Industria de la provincia. El stand fue visitado por asistentes a la feria que probaron y se llevaron el producto, chefs interesados en trabajar con la miel de uva, periodistas que luego los entrevistaron en programas radiales, organizaciones que promueven la comercialización de productos orgánicos que les presentaron la idea de sumarse a la red, especialistas en diseño y packaging de productos, y personas dedicadas al comercio exterior, que les propusieron exportar el producto hacia España, Francia y los Estados Unidos.
Por todo eso, además de los buenos resultados para el negocio, Gabriela concluye destacando la experiencia humana que halló en la feria: “Pudimos entablar un contacto con el público más profundo que en otros lados, conocimos gente que nos brindó mucho apoyo y algunos terminaron siendo buenos amigos”.

Cómo se elabora la miel de uva

Para obtener la melaza de uva se necesitan frutos negros, de cáscara gruesa, de la variedad Monterrico, popularmente conocida como “chinche”. Los primeros pasos son la selección, el lavado y la separación del fruto de los gajos. A continuación, se realiza un proceso de pisado o molienda, para obtener el jugo, que luego es filtrado repetidas veces, extrayendo semillas y cáscaras.
Una vez filtrado el jugo, el mismo pasa por varios procesos de concentración. “Mientras el vino consiste en el mosto fermentado, para este producto no se permite la fermentación”, aclara Gabriela Taglioti, y revela: “Antes de que ésta se produzca, se lo lleva a una cocción suave y lenta en ollas especiales, que evapora los líquidos evitando a su vez la caramelización natural y el quemado de la fruta”. No se utilizan en el proceso aditivos ni conservantes, obteniendo como resultado un producto totalmente natural.

La miel de uva se distingue en color y gusto, y es ideal para acompañar pan o quesos, o para elaborar postres y salsas agridulces.

PARA DESTACAR:
Para contactarse con Tahuainti, llamar al 0387 15 4861075

epígrafe

En Cafayate, en pleno corazón de los Valles Calchaquíes, la familia Taglioti produce uvas Monterrico que luego utiliza para elaborar su Miel de Uvas.