La empresa cordobesa acompaña a la muestra prácticamente desde sus inicios. Por eso, el público les reclama constantemente toda su propuesta de chacinados. Y siempre agotan las existencias.
Los salames de Colonia Caroya tienen bien ganada su fama. Y la denominación de origen es un hito más en la producción histórica de esa localidad. En ese contexto, familia Grion no sólo es un eslabón de la cadena, sino una referencia ineludible de la propuesta caroyense.
Así lo afirma Diego Piana, integrante de las nuevas generaciones del clan familiar, para quien Caminos y Sabores es una cita ineludible, “sobre todo porque el público exige nuestra presencia”.
Con su amplia gama de sabores que incluye, además, jamones, panceta, bondiolas, ahumados, entre otras delicias, Familia Grion nunca deja de sorprenderse por la respuesta de la gente. “De antemano quieren saber nuestra ubicación. Pero lo que más nos enorgullece es que muchos nos buscan porque dentro de la variedad prefieren nuestros productos”, reseñó Piana.
Expectantes por la próxima concreción de Caminos y Sabores Córdoba –“jugaremos de local”, se entusiasma el emprendedor- la 10° edición de la feria de comidas tradicionales, artesanías y turismo sigue respondiendo a las expectativas. “No hay año en que no agotemos las existencia. No importa cuántos kilos traigamos. El público agota nuestras existencias”, contó agradecido.
Finalmente, Piana asume que a fuerza de presencias Familia Grion ya se convirtió en un clásico de Caminos y Sabores. “Tenemos la voluntad de seguir siendo protagonistas y los organizadores no tienen ninguna duda de que con nosotros siempre cuentan con un par de stands seguros”, concluyó Piana.