La rica y variada producción etílica de nuestro país se reúne todos los años en el ya clásico “Camino de las Bebidas”. El boom de la cerveza artesanal tiene su mayor expresión en Caminos y Sabores.
¿Vino o cerveza? La pregunta se repite en innumerables cenas y acrecienta la eterna rivalidad que existe entre ambas bebidas. Pero lo cierto es que tanto el vino como la cerveza son elementos infaltables en la mesa de los argentinos. Y en Caminos y Sabores, una feria que reúne las más ricas expresiones de nuestro país, no podían dejar de estar presentes para agasajar a un público deseoso por probar nuevos aromas y sabores.
Del 6 al 9 de julio, la Rural se convertirá en el punto de encuentro ideal para los seguidores del ferviente auge por la cerveza artesanal. Entre las diferentes y variadas propuestas que se presentarán en el denominado “Camino de las Bebidas”, se destaca Die Eisenbrücke. Se trata de un pequeño emprendimiento que empezó hace diez años en el pueblito entrerriano de Gobernador Mansilla de la mano de Hernán Kloss. “Empecé como un hobby haciendo cervezas para consumo personal en cumpleaños de familiares y amigos, pero luego se dio la posibilidad de buscarle la vuelta y así fui creciendo”, confiesa.
En la actualidad, sus productos se pueden encontrar no solamente en Entre Ríos, sino también en distintas cervecerías de Buenos Aires y Córdoba. “El rubro creció de manera impresionante. Estamos en un techo en el volumen de producción y no llegamos a cubrir la demanda que tenemos”, revela el pequeño empresario. “No sé si es porque la gente busca más lo natural, pero es muy amplia la gama de variedades que hoy se pueden encontrar. La gente va aprendiendo que no es solamente roja, rubia o negra; sino que hay un montón de estilos: más amarga, más lupulada, más maltosa o más graduación alcohólica”, agrega.
Gran parte de los logros alcanzados por Kloss se deben a su familia, ya que en el emprendimiento trabajan también su esposa y sus padres. Y un dato: el proyecto nació como un homenaje a sus abuelos, que venían de la colectividad de alemanes del Volga. “Generalmente hacemos estilos alemanes que son más simples, encuadrados en malta, levadura y lúpulo. También hacemos belgas, donde ya se puede jugar con especias, azúcar y mayor graduación alcohólica”, afirma el ganador 2016 del concurso “Experiencias del Sabor” a la mejor cerveza artesanal, que cada año es organizado por la feria Caminos y Sabores.
Para la nueva edición de Caminos y Sabores, Die Eisenbrücke planea conquistar a los visitantes con su amplia gama de propuestas. Entre los seis gustos que presentarán figura la Imperial Stout, una cerveza negra bastante fuerte, de un tostado intenso y cuerpo bien espeso, que juega además con partes aromáticas de café y chocolate. Por otro lado, también estará el estilo Quadrupel, una cerveza ideal para atravesar los fríos de este invierno ya que es muy fuerte y de mayor graduación alcohólica que el resto. Y también habrá lugar para la Dubbel, con un perfil similar a la anterior pero de menor intensidad y sabor más intermedio.
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